La flora y fauna que alguna vez, ocupó la costa de Buenos Aires
Sobre las costas del Río de la Plata, en la Ciudad de Buenos Aires, existe el espacio de naturaleza recuperada denominado Reserva Ecológica Costanera Sur. En ella se intenta proteger pequeñas muestras de distintos ambientes de la ecorregión Pampa; humedales compuestos de bañados y lagunas de escasa profundidad, selva en galería, cortaderales y bosquecitos de alisos y ceibos con algunos representantes de la fauna autóctona. Todas estas muestras, y decimos muestras por la escasa superficie que ocupan o mínimo número de ejemplares, de la flora y fauna que antiguamente ocupara estas costas.
Espacios armónicamente compartidos
El sitio, producto de un fallido intento inmobiliario hace décadas, es una muestra de que si a la naturaleza la respetamos dejándole espacio y libertad, ella puede regenerarse y ofrecernos esta reliquia que es la Reserva Costanera Sur.
La necesidad de compartir este breve espacio con la ciudad, ha hecho que se realizaran senderos abiertos al público, desde los cuales se puede observar los distintos ambientes de la flora antes mencionada. También, los senderos están abiertos a la caminata, ejercicio aeróbicos como el trote y circulación de bicicletas. Eventualmente, las personas pueden disfrutar de espacios destinados al descanso y la contemplación frente al río o en bancas que bordean los senderos. Cabe mencionar que es el lugar preferido de turistas ávidos de fotografiar una fauna y flora exótica, a pasos de su hotel, hecho impensado para la mayoría de las ciudades europeas y americanas. Es así, que grupos, parejas y también solitarios visitantes cámaras en mano, recorren el lugar filmando y tomando fotos.
Las acechanzas continúan
Este uso armónico y compartido de un área recuperada para la naturaleza, sin embargo no impide las intensas presiones desde las actividades humanas como las plantas fabriles, aguas del río contaminada por la cercanía del Riachuelo, mega emprendimientos inmobiliarios, grupos con necesidades básicas insatisfechas, obras públicas e inversores de todo tipo, todos ven el espacio de la reserva como un bien improductivo a disponer, según sus necesidades.
Se suma, la aparición de jaurías de perros abandonados, que se han asentado en los pastizales del lugar, depredando a la fauna residente. Es así que según testimonios recogidos, destruyen nidos, matan aves, cazan pequeños y medianos roedores e incluso, existen versiones de un ataque a una persona.
Se suman las consecuencias de los repetidos incendios que ha sufrido el área, aparentemente producidos por causas no naturales, El resultado de todo esto es que la fauna disminuye en calidad y cantidad. Ya se hace difícil observar coipos, son escasos también los ejemplares de lagartos, tortugas y otros animales incluyendo las diversas especies de pájaros, ya que si bien son numerosos, no representan la población de aves existente en otras áreas de las costas pampeanas.
Preservar y disfrutar
Podemos ir a trotar por los senderos, andar en bicicleta, sacar fotos, filmar, descansar e incluso amarnos, para ello es fundamental proteger estos espacios, defender su flora y fauna. La preservación de áreas protegidas no solo se ejerce en las grandes superficies de los Parques Nacionales, las pequeñas áreas, como la Reserva Ecológica Costanera Sur contribuyen al conjunto.
Walter Raymond
Director Refugios Naturales
Para NoticiasOutdoor.com
FAUNA DE ECORREGION PAMPA