En este trabajo se presenta una caracterización del estado actual del humedal mixohalino de Bahía Samborombón, se señalan las amenazas existentes y potenciales a las que este ambiente está sometido, y se presentan posibles alternativas para su conservación.
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La Bahía Samborombón, Sitio RAMSAR desde 1997, es el humedal mixohalino más extenso de Argentina. Se caracteriza por sustentar una gran biodiversidad de especies y microambientes, y por comprender áreas protegidas de diferente categoría, jurisdicción y administración. Asimismo, cumple funciones y servicios ecológicos irremplazables para la conservación de los ambientes terrestres y costeros del humedal, y para los asentamientos humanos que dependen de él para subsistir. Si bien no se encuentra altamente alterado por actividades antrópicas, algunos de sus componentes se encuentran explotados de forma no sustentable.
INTRODUCCIÓN
La costa atlántica argentina abarca 2400 km de longitud , sin embargo son limitados los ambientes considerados humedales mixohalinos. El más extenso de la Argentina (244000 ha) es la Bahía de Samborombón, ubicada en el noreste de la provincia de Buenos Aires, se extiende a lo largo de 150 kilómetros sobre la costa occidental del estuario del Río de la Plata, desde Punta Piedras (35° 27´S; 56° 45´O) hasta Punta Rasa (36° 22´S; 56° 35´O). Abarca en su extensión, una franja terrestre variable de 2 a 23 km de ancho y una porción de aguas someras hasta la isobata de 3,5 metros. Constituye una zona de interacción entre los ecosistemas acuático y terrestre, y de mezcla entre las aguas del Río de la Plata y el Océano Atlántico, lo que crea condiciones ecológicas particulares que le permite ser el sustento de una gran biodiversidad.
El humedal mixohalino de Bahía Samborombón, sitio RAMSAR desde 1997, comprende áreas protegidas de diferente categoría, jurisdicción y administración, como son: la Reserva Natural Integral Costa de Bahía Samborombón (9311 ha), la Reserva Natural Integral Rincón de Ajó (2312 ha), el Refugio de Vida Silvestre Campos del Tuyú (3500 ha) y la Reserva Municipal de Punta Rasa (520 ha) (Fig. 2). Además, incluye la zona sur de la Reserva de Biósfera Parque Costero del Sur, el cual posee un total de 30000 ha.
Además de poseer una singular biodiversidad, este humedal, cumple funciones ecológicas irremplazables (albergue de especies en riesgo de conservación y migratorias) y servicios naturales fundamentales para la preservación del ecosistema terrestre y costero, y de los asentamientos humanos aledaños.
En los últimos años se han revalorizado los humedales por los bienes y servicios que brindan, y se han focalizado los estudios científicos sobre su dinámica. Sin embargo, en nuestro país las experiencias de valoración de humedales se limitan a ambientes boscosos sin considerar los humedales mixohalinos .
El objetivo de este trabajo es caracterizar el estado actual del humedal mixohalino de Bahía Samborombón, señalar las amenazas existentes y potenciales a las que este ambiente está sometido y presentar posibles alternativas para su conservación.
CARACTERIZACIÓN DEL HUMEDAL MIXOHALINO
El humedal de Bahía Samborombón presenta bajos intermareales, influenciados por el ciclo de mareas, y diferente grado de salinidad, producto de la interacción entre el agua marina y el agua dulce. El agua dulce proviene principalmente del Río de la Plata y de la descarga de los ríos de la llanura Pampeana como el Río Salado y el Río Samborombón, así como de la desembocadura de canales.
Una característica distintiva es la presencia de una entramada red de canales de marea, producto de la geología y geomorfología de la zona. Estos canales actúan como conductos de intercambio de materia y energía entre el ambiente terrestre y el marino. En pleamar, el flujo de marea se interna por los canales hasta aguas arriba, desbordando en las zizigias y formándose un flujo mantiforme, en la bajamar, el flujo marino se retira por los canales, quedando anegadas con agua salobre las áreas más deprimidas. La regresión del flujo durante la bajamar redistribuye en la superficie inundada la materia y energía y las arrastra el estuario. La morfología de la red de canales de marea es dendrítica, similar a las redes de canales en la planicie de inundación de un río de llanura, sin embargo su hidrodinámica es totalmente diferente dado que está sujeta a un flujo de agua bidireccional dos veces al día. Esta particularidad, favorece la deposición, redistribución y retención de los sedimentos y por lo tanto permite la colonización y el establecimiento vegetación adaptada a las particularidades del ambiente.
La magnitud, duración y alcance de las mareas, así como la topografía del terreno permiten dividir al humedal en dos zonas (RAMSAR, 2004):
– La zona superior o alta que es inundada en las pleamares de cuadratura y las zizigias y que puede estar por periodos de más de diez días con exposición atmosférica continúa. Las especies vegetales que habitan esta zona presentan una gran influencia de la ecorregión del pastizal.
– La zona inferior o baja que es inundada dos veces al día con las pleamares, permanece por cortos periodos (dos o tres días consecutivos) expuesta a la atmósfera.
Geología, geomorfología y suelos.
La Bahía de Samborombón es un área extensa donde ha quedado registrada la evolución costera, relacionada con la fluctuación del nivel del mar, durante los últimos 6000 años. La línea de costa se ha modificado producto de las regresiones y transgresiones marinas de los períodos glaciales e interglaciales que depositaron en la línea costera, sedimentos marinos formando los cordones de conchillas. Estos cordones se ubican paralelos a la costa formando una franja de 10 a 20 km de ancho.
El límite más occidental del humedal coincide con los cordones de conchilla más antiguos, depositados en el Holoceno, mientras que el límite oriental corresponde aproximadamente, a la línea de costa actual.
Estos cordones se caracterizan por ser acumulaciones muy bien estratificadas, generalmente muy meteorizadas, subescalonadas y subparalelas entre sí y con respecto a la línea de costa.
Las conchillas fósiles pertenecen principalmente a gasterópodos y bivalvos, representantes de especies bentónicas marinas. Las especies de fósiles dominantes son Littoridina australis, Mactra isobelleano, Pitas rostratus, Tagelus plebeicus, Corbula patagonica, Nucula spp. y Ostrea spp., que representan antiguos ambientes de mezcla, invadidos por los sucesivos avances del mar durante el Holoceno.
En la actualidad, debido a la subsidencia de la Cuenca del Río Salado y al aporte sedimentario que rellenó la Paleobahía en el Pleistoceno tardío, la Bahía Samborombón es casi plana, presentando en algunos sectores leves pendientes. Los suelos poseen escaso drenaje, permeabilidad lenta, elevada salinidad y alcalinidad, y escasa utilidad agrícola. En los cordones de conchillas, se observa mayor permeabilidad, con bajos tenores de salinidad y alcalinidad.
En la Bahía Samborombón, existen procesos litorales que generan características texturales diferentes a las costas aledañas. Estas diferencias se deben a la interacción entre el Río de La Plata, el Océano Atlántico, ríos y canales que desembocan en la Bahía, y a la fuente eólica de sedimentos «Pampeanos». Las diferencias texturales pueden enmarcarse dentro de un contexto regional y uno local: existen efectos de la descarga del Río de La Plata hasta el Canal 9, con elevados porcentajes de arcilla sobre las otras fracciones, en tanto que en Punta Rasa hay una importante influencia de la deriva litoral con altos porcentajes de fracción arena. Localmente, se observaron variaciones granulométricas con tamaños mayores debido principalmente a la influencia del oleaje y las mareas.
Mineralógicamente, la relación porcentual de argilominerales es uniforme a lo largo de la Bahía y se ve modificada localmente por la influencia de canales artificiales y naturales. Los suelos de esta zona son pobres, aunque el contenido de materia orgánica permanece constante debido a la particular distribución de la biota en el sustrato.
Aguas superficiales y subterráneas
Las aguas superficiales que desembocan en la Bahía pertenecen a la vertiente nororiental de la región pampeana y corresponden a los sistemas fluviales tributarios del sector litoral, desde la Bahía Samborombón hasta la Laguna Mar Chiquita. El curso inferior de los principales ríos que descargan sus aguas en la Bahía, como el Río Salado y el Río Samborombón, poseen escasa pendiente, presentando numerosos meandros y un diseño dendrítico en su desembocadura en la Bahía. En la época de lluvias, estos ríos no son suficientes para conducir el agua hasta el mar, debido a la baja pendiente del terreno y a la capacidad de drenaje. Según estimaciones realizadas para el desarrollo del Plan Maestro Cuenca Río Salado se afirma que:
– La mayor parte del área comprendida en la cuenca del Río Salado esta constituida por una llanura de pendiente suave, ubicada por debajo de los 100 m s.n.m (Dangavs y Bozzo, 1983). En el límite oeste del área, (unos 500 km de la costa), las pendientes son del orden de 1:10.000.
– La mayoría de los ríos y arroyos que desembocan en la Bahía, no han desarrollado las propiedades geométricas de un sistema estable, ni en términos de sección transversal ni de perfiles longitudinales, lo cual dificulta fuertemente el drenaje de los excedentes hídricos.
– Las inundaciones producidas por el desborde de lagunas, las crecientes de los ríos, o la escorrentía superficial proveniente de tierras ubicadas aguas arriba son un problema en las áreas urbanas. Como paliativo, se canalizaron diferentes cursos de agua de la región.
Dichos canales artificiales transportan grandes volúmenes de agua dulce a alta velocidad, desembocando en la franja costera del humedal mixohalino. Se destacan entre ellos: el Canal 15 (en las proximidades a la localidad de Cerro de la Gloria), el Canal 9 y el Canal A (en las proximidades a la localidad de Esquina de Croto), el Canal 1 (en las proximidades de la localidad de Conesa) y el Canal 2 (que desemboca en las proximidades de General Lavalle).
El agua superficial que llega a la Bahía por medio de los ríos y canales es en general salobre, con gran cantidad de sedimentos y materia orgánica, por lo que no es utilizada para consumo humano o animal. El agua de mejor calidad para consumo en la bahía proviene de un acuífero lenticular localizado bajo los cordones de conchilla.
Microambientes y biodiversidad
El humedal presenta un gradiente latitudinal de ambientes (norte-sur) que va desde las últimas estribaciones de la selva marginal o en galería, representada por especies de acacias mansas (Sesbania punicea y S. virgata), aromos de la costa (Mimosa bonplandii) y sauce criollo (Salix humboldtiana) en el norte de la Bahía (Reserva Privada El Destino y Reserva de la Biosfera Parque Costero del Sur), hasta los canales de mareas, rías y cangrejales del sur de la Bahía (Reserva de Rías de Ajó y Campos del Tuyú). Además se manifiesta un gradiente longitudinal (oeste-este) que va desde el pastizal pampeano, los talares y pajonales hasta los ambientes con neta influencia marina (intermareal y submareal) y el estuario.
La conjunción de los gradientes latitudinal y longitudinal, producen un mosaico de microambientes, que junto con la topografía del área, la leve pendiente, la hidrología y la influencia de las mareas permiten diferenciarlos. Los microambientes más típicos de la Bahía son los talares, los pastizales, los pajonales, los cañadones naturales, los canales de marea, los cangrejales y las zonas de médanos.
Los bosques de tala (Celtis tala) o talares son unidades vegetales con tres estratos: el arbóreo, el arbustivo y el herbáceo (INTA, 1980; Nardini y Bodratia, 1999). Éstos se desarrollan sobre los cordones de conchillas y se extienden paralelos a la línea de costa, siguiendo las antiguas líneas costeras de la paleobahía. Los talas alcanzan entre los 4 y 10 m de altura y están acompañados por otras especies como la sombra de toro (Jodina rhombifolia), el coronillo (Scutia buxifolia) y el curupí (Sapium glandulosum). Los talares ofrecen la oportunidad de nidificación a diferentes taxones de aves como el ñacurutú (Bubo virginianus), las tijeretas (Hydropsalis brasiliana), el carpinterito común (Picumnus cirratus), el chotoy (Schoeniophylax phryganophila), el coludito copetón (Leptasthenura platensis), tiránidos como mosquetas (Phylloscartes ventralis y Hemitriccus margaritaceiventer), fruteros como el chogüí (Thraupis sayaca), el fueguero (Piranga flava) y el naranjero (Thraupis bonariensis) (Narosky y Yzurieta, 1993), y a mamíferos como la comadreja (Didelphis albiventris) y el murciélago colorado (Lasiurus borealis).
Los pajonales se caracterizan por la comunidad del flechillar (Stipa sp. Piptochaetim sp. y Aristida sp.), que forma un tapiz casi continuo de gramíneas (0,50 – 1,20 m). En los terrenos bajos y húmedos, cercanos a los flujos de agua dulce, la paja colorada (Paspalum quatridrifarium) es la especie dominante formando densas matas de hasta 1,5 m de altura.
En los terrenos bajos y alcalinos, con influencia de agua salobre, se desarrollan praderas de pasto salado o pelo de chancho (Distichlis spicata) que resisten estas condiciones desfavorables (Cagnoni, 1999). En relación con estos ambientes también se encuentran especies como el duraznillo blanco (Solanum glaucophyllum) y el duraznillo negro (Cestrum parquii).
Los cañadones naturales y los cuerpos de agua lénticos producidos por el desborde de los cursos de agua dulce presentan juncales (Schoenoplectus californianus) que crecen 7 hasta los 2 m de altura y hunquillares (Juncus acutus) que forman matas de hasta 1,5 m de altura. En estos ambientes las especies de aves predominantes son el pato maicero (Anas georgica), cisne de cuello negro (Cygnus melacoryphus), coscoroba (Coscoroba coscoroba), garzas (Egretta alba y Nycticorax nycticorax), gallaretas (Fulica armillata, Fulica leucoptera y Fulica rufifrons), benteveos (Pitangus sulphuratus), y varias especies de passeriformes (Narosky y Yzurieta, 1993). Asimismo, se encuentran presentes mamíferos como el coipo (Myocastor coypus) y el carpincho (Hydrochaeris hydrochaeris) (Redford y Essemberg, 1992).
Los canales de marea presentan una vegetación constituida por especies tolerantes a altos tenores salinos aunque no necesariamente son plantas halófitas. Los factores principales que controlan el tipo de vegetación presente son el grado de exposición, la salinidad, la temperatura, el tipo de sedimentos y el régimen de mareas. Las especies más representativas son Spartina alterniflora, Spartina densiflora y Salicornia ambigua. En las zonas altas predomina Juncus acutus (Vervoost, 1967; Cagnoni, 1999). Estas especies contribuyen a la productividad primaria de la región, forman detritos que aportan materia orgánica al sustrato costero y son la base de las tramas tróficas de la región, sustentando a la comunidad del cangrejal.
Los cangrejales son el microambiente más emblemático de los humedales mixohalinos templados. La espadaña (Zizaniopsis bonariensis) es uno de los vegetales que crece en los suelos del cangrejal, alcanza 1,8 m de altura y posee hojas con bordes cortantes. Este ambiente, sometido al flujo diario de mareas, posee una compleja dinámica y una zonación ecológica dada por la presencia de tres especies de cangrejos:
Chasmagnathus granulata que habita terrenos bajos, fangosos y anegadizos, Uca uruguayensis que vive en terrenos más consolidados y Cryptograpsus angulatus que habita en la zona inframareal. Estas especies cumplen un importante rol en el transporte de materia y energía del ambiente terrestre al acuático, ya que conforman uno de los eslabones básicos de las redes tróficas marinas de la zona (Boschi, 1988; Spivack, 1997).
La zona de médanos costeros o dunas comienza en Cabo San Antonio (sur de Bahía Samborombón) y se extiende hacia regiones vecinas (Partido de La Costa). En este ambiente existe una comunidad típica de ciperaceas: Androtrichum digynum, alternando en las zonas húmedas con otras especies como Senecio crassiflorus, Centarium pulchellum y Blackstoni perfoliata. En las áreas planas arenosas alejadas de la línea de dunas de la franja costera, se encuentran las cortaderas (Cortadeira seollana) y las serruchetas (Eryngium pandanifolium).
En las aguas estuarinas someras de la Bahía, la ictiofauna está representada por especies estuarinas residentes (permanecen todo el año) y estacionales (se acercan al área en la época reproductiva), marinas, dulceacuícolas y ocasionales. Las especies estuarinas residentes más importantes son la corvina rubia (Micropogonias furnieri), la corvina negra (Pogonias cromis), el pargo blanco (Umbrina canosai), el córvalo (Paralonchurus brasiliensis), la saraca (Brevoortia aurea) y la pescadilla real (Macrodon ancylodon). Las especies más importante son la corvina rubia y la pescadilla de red (Cynoscion guatucupa). Las especies marinas son la palometa (Paronasignata), la liza (Mugil sp.), la burriqueta (Menticirrhus americanus), el águila de mar (Myliobatis goodoidei) y el gatuzo (Mustelus schmiti). Las especies dulceacuícolas son Luciopimelodus pati, Parapimelodus valenciennesi, Leporinus fasciatus, Prochilodus platenses; y las ocasionales acceden al área debido a fenómenos oceanográficos o inundaciones (Menni, 1984; Cousseau y Perrota, 2000, Jaureguizar et al., 2003).
Los peces residentes de la Bahía se alimentan de un amplio espectro de organismos. La energía obtenida permite compensar las pérdidas derivadas de la migración y adaptación fisiológica al ambiente. La mayoría de los peces son de origen marino pues muy pocas especies dulceacuícolas toleran las condiciones salinas de la región. Las especies adaptadas a estas condiciones son escasas, pero resultan muy abundantes en el área.
Las especies estacionales y residentes como la corvina rubia, la palometa, el córvalo y la pescadilla, inician su vida en la zona exterior del estuario, y posteriormente las mareas y 8 las corrientes marinas hacen que sus huevos y larvas deriven hasta la Bahía Samborombón.
Una vez en la Bahía, las larvas crecen y se desarrollan hasta que alcanzar los estadios juveniles (Aubone et al., 1995, Acha y Lasta, 1996, Acha et al., 1999; Machi et al., 2002).
La distribución espacial de la salinidad es variable en las diferentes zonas de la Bahía. Estas variaciones permiten a los peces orientarse en sus incursiones en el área y, en algunos casos, presentar una diferenciación de nicho ecológico según la especie y el estadio de desarrollo. Por ejemplo, las mayores abundancias de los prerreclutas de corvina rubia se encuentran asociadas a aguas con salinidades inferiores a los 25 g/L, mientras que los individuos de pescadilla común se distribuyen fundamentalmente en aguas con salinidades superiores a los 25 g/L, sobre el fondo (Aubone et al., 1995).
Las aguas estuarinas someras son frecuentadas por mamíferos marinos como cetáceos (delfín franciscana Pontoporia blainvillei, delfín pico de botella Tursiops truncatus, delfín oscuro Lagenorhynchus obscurus) y el lobo marino (Arctocephalus australis) (Lichter y Hooper, 1983; Redford y Eisenberg, 1992).
En la zona intermareal se encuentran numerosas especies de gasterópodos como la voluta negra (Adelomelon brasiliana), la voluta boca ancha (Odontocymbiola magellanica), la nasa rosada (Buccinanops uruguayensis), la nasa elegante (Buccinanops lamarckii) y los bivalvos como la navajita (Solen tehuelchus) y la mactra común (Mactra isabelleana), entre otros (Narosky y Nuñez Cortés, 1997).
La zona costera de la Bahía ofrece a las aves refugio y alimento debido a la abundancia de invertebrados (moluscos y crustáceos), y a diferentes especies de peces.
Esta particularidad fundamentó la inclusión de Bahía Samborombón en la lista de Humedales de Importancia Internacional.
El 70% de las aves migradoras, que permanecen en el verano austral en la Argentina, se encuentran en esta área
Siendo las más representativas el playerito rabadilla blanca (Calidris fuscicollis), la becasa de mar (Limosa haemastica), el playero rojizo (Calidris canutus) y el chorlo pampa (Pluvialis dominica).
En cuanto a los los mamíferos, el venado de las pampas (Ozotocerus bezoarticus celer) es una de las especies en peligro de extinción más amenazada de Argentina (Jackson y Langguth, 1987; UICN, 1996; Díaz y Ojeda, 2000). El 70% de los venados de la población que habita la bahía Samborombón, se encuentran en la Reserva de Vida Silvestre Campos del Tuyú (Vila y Beade, 1997; Beade et al., 2000).
Las actividades valorables del humedal mixohalino de Bahía Samborombón
Los humedales proveen bienes y servicios al hombre y poseen propiedades intrínsecas que le dan un elevado valor. Las actividades valorables, derivan del uso directo de los componentes del humedal como son la fauna y flora silvestre, los recursos hídricos, las materias primas y el suelo, entre otros; y permiten estimar el valor de los mismos (Yunes Núñez et al., 2004 a, b). La identificación de los elementos valorables del humedal de Bahía Samborombón se realizó mediante una metodología participativa incluyó observaciones de campo, entrevistas a representantes de organizaciones no gubernamentales destinados en el área, guardaparques municipales, provinciales y de Fundación Vida Silvestre, y la literatura existente sobre el humedal.
La asignación de valores de uso directo a los componentes ponderados se realiza por la aplicación de la metodología de precios de mercado. Este tipo de metodología fue adoptada por otros autores en diferentes humedales (Bergtröm et al., 1990; Cesar et al., 1997, Constanza et al., 1997).
Valores en US$ al año
Extracción de conchilla 434.400
Pesca comercial 2.731.495
Caza (pieles de coipo) 70.000
Ganadería extensiva de cría 3.520.800
TOTAL 6.756.695
Extracción de conchillas
La extracción de conchilla, destinada principalmente a la industria de la construcción y a la elaboración de alimentos balanceados, se realiza básicamente en los cordones de conchilla presentes en el área. En la actualidad existen aproximadamente 10 canteras activas en la zona. El proceso de extracción con lleva el desmonte de talares, la eliminación de la cobertura vegetal y en algunos casos la remoción de la arena. La conchilla de origen fósil es extraída, tamizada y lavada. El agua utilizada para dicho proceso proviene de un acuífero lenticular, única fuente de agua de buena calidad en la zona.
Según datos oficiales (Dirección de Minería de la Provincia de Buenos Aires), en 2002 se extrajeron en el área lindera a la Ruta Provincial N° 11, 144.800 toneladas de conchilla. Este volumen representa aproximadamente el 85% de la cantidad de conchilla extraída en toda la Provincia de Buenos Aires (169.577 ton). Si se considera que en el 2002 el precio por tonelada de conchilla estuvo entre 1 y 3 U$ (Horacio Actis Caporale, 2004), dependiendo del proceso que se aplique al material (lavado, tamizado, molido), el beneficio económico estimado entre los U$145.000 a U$.434.400.
Pesca Comercial en la Bahía de Samborombón
Otra actividad extractiva con valor de uso directo es la pesca comercial. Desde 1970 hasta 1992. la pesca comercial era de carácter no intensivo, siendo el mercado interno del país. el destino de los productos.
En la Bahía de Samborombón, las especies destinadas a la pesca (comercial y de subsistencia) son la corvina rubia (Micropogonias furnieri) y la pescadilla (Cynoscion guatucupa), la corvina negra (Pogonias cromis), el pargo blanco (Umbrina canosai), el córvalo (Paralonchurus brasiliensis), la palometa (Parona signata), la pescadilla real (Macrodon ancylodon), el águila de mar (Myliobatis goodoidei), el gatuzo (Mustelus schmiti), siendo las dos primeras las más importantes (Menni, 1984; Cousseau y Perrota, 2000).
En 1992, los países asiáticos comenzaron a pescar corvina rubia, propiciando una fuerte inserción de la misma en los mercados asiáticos, generando así gran expansión para esta pesquería. El crecimiento del mercado produjo el desplazamiento de la flota de media altura y de altura, con el asiento en varios puertos en la zona costera bonaerense. En la actualidad esta actividad se encuentra bajo la órbita de la Subsecretaria de Pesca de la Provincia de Buenos Aires dependiente del Ministerio de Asuntos Agrarios.
A partir de 1997, las capturas de corvina rubia disminuyeron producto de la sobreexplotación producida en años anteriores. A su vez, comenzaron a regir las normas de captura establecidas (Resolución N°1/99 CTMFM desembarque de 32 cm de longitud total y la captura máxima permisible (CMP) en toneladas anuales.
En el periodo (1999-2002) las capturas de corvina rubia aumentaron nuevamente. El promedio de embarcaciones de los puertos pertenecientes a la Bahía (Río Salado y General Lavalle) o próximos (San Clemente del Tuyú), fue de 26,12 y 7 barcos respectivamente (Suquelle y Colautti, 2003)
En la actualidad, la ictiofauna del humedal es la base de una intensiva explotación, donde las especies comerciales más importantes son la corvina rubia y la pescadilla de red; sin embargo otras especies también son capturadas y comercializadas Corvina, Saraca, Pescadilla, Pescadilla real, Corvina negra, Lisa.
Sólo se considera la captura de desembarque de pescado declarada en tres puertos de la Bahía Samborombón (El Salado, General Lavalle y San Clemente). No se considera la captura realizada en aguas de la Bahía pero desembarcada en otros puertos como Mar del Plata.
Caza
La caza que se practica en la Bahía está asociada a la subsistencia, tanto para el uso directo de las piezas como un complemento en la dieta de los pobladores, como para la comercialización de pieles o subproductos de la misma. Las especies más cazadas son: coipos o falsas nutrias (Myocastor coypus), inambúes o pérdices, patos y cerdos salvajes (Sus scrofa).
En el área de la Bahía hay al menos 30 cazadores de tiempo completo (5 días de la semana, 8 hs diarias) dedicados a la actividad. Estos cazadores capturaron 2000 coipos aproximadamente por estación de caza, generando un beneficio económico de 70.000 U$. Este beneficio no considera la caza de los coipos desarrollada por los cazadores de tiempo parcial y los ocasionales, lo que subestima el valor económico que esta actividad genera en el área.
Actividades Agropecuarias
Las actividades agropecuarias (cría extensiva del ganado) poseen un valor de uso directo, dada la explotación del recurso suelo (Gervasoni et al., 2003). En la Bahía, si bien es un área protegida, existe la posibilidad de realizar cría de ganado, ya que en los Refugios de Fauna no se prohíbe esta actividad. La cantidad de cabezas de ganado de cría es escasa en relación con la cantidad de ganado existente en la Provincia de Buenos Aires, existiendo una densidad relativa de un animal cada 3 ha. El escaso número de cabezas de ganado se debe a la mala calidad del suelo para el crecimiento de pasturas naturales o implantadas. Considerando dicha densidad, se ha estimado un total de 75000 animales (50000 vacas y 25000 terneros). Aproximadamente un 20% del total de las vacas se destina a la venta en el mercado, siendo el 50% de la faena destinado al consumo y el resto es destinado a productos en conserva. Asimismo, se estima que un 60% del total de terneros se destina a la venta en el mercado
Amenazas actuales y potenciales sobre el humedal de Bahía Samborombón
El humedal está amenazado por las actividades que se desarrollan en forma no sustentable
Entre las más importantes podemos destacar:
– La extracción desmedida de conchillas fósiles trae aparejado el desmonte de talares, la remoción de suelo y la utilización ineficiente de la única fuente de agua de buena calidad (potencialmente utilizable para otros usos) para el lavado de la conchilla. Además, el cordón de las conchillas desempeña un rol irreemplazable ya que actúa como filtro del agua del acuífero lenticular, confiriéndole a la misma, una calidad aceptable como agua de bebida.
.- El desmonte de los talares que se realiza con diferentes objetivos (para extracción de conchilla, utilización del suelo con fines agropecuarios, emplazamiento de infraestructuras como canales, entre otros) provoca una disminución de nichos ecológicos en la zona ya que afecta la nidificación de aves y la utilización de refugios por los mamíferos.
– El uso ineficiente del agua de buena calidad, por las actividades productivas desarrolladas en la zona, deriva en una disminución del volumen de agua del acuífero lenticular, en detrimento de los flujos de agua disponibles para el humedal, la biodiversidad y los pobladores.
– La sobrepesca y la captura de especies de importancia comercial en época de veda, altera los parámetros poblacionales de las especies, disminuyendo los reclutas (larvas y juveniles) y en algunos casos la talla de la primera madurez. La captura de las especies más importantes de la zona, corvina rubia y pescadilla, es de 1.614.597,75 kg/año y 412.109,33 kg/año respectivamente para el periodo 1999-2001/2002 (Tabla 2). Éstos valores de captura son relativamente elevados ya que estas especies se consideran afectadas directamente por la sobrepesca desde 1997 (World Bank, 2001). El mantenimiento de tasas de captura no sustentables es uno de los problemas más complejos en el manejo de pesquerías y puede generar conflictos sociales con la población asociada a esta actividad.
– La caza ilegal de especies en riesgo de conservación como el venado de las pampas (Ozotocerus bezoarticus), afecta la recuperación de la especie y su conservación.
Antiguamente, el venado de las pampas se distribuía en toda la provincia de Buenos Aires; en la década del 80′ la población se redujo, al punto de solo circunscribirse a la Bahía de Samborombón, Estancia “La Corona” y Punta Médanos (Beade et al., 2000). Como consecuencia de la caza furtiva y de la presencia de especies exóticas como cerdos domésticos asilvestrados (Sus scrofa) y perros cimarrones (çanis familiares) (que atacan a las crías o alteran el hábitat de la especie), la población actual se localiza en la zona sur de la Bahía de Samborombón.
– Las canalizaciones.
Las obras de canalización son medidas estructurales utilizadas en el área para acelerar el drenaje del excedente hídrico de las cuencas, cuyo cauce principal desemboca en la Bahía Samborombón. Estos canales introducen grandes volúmenes de agua dulce en la bahía a alta velocidad. Esto favorece la formación de áreas anegadas, modificando la salinidad, la hidrología y las condiciones ecológicas del ecosistema (Conzonno et al., 2001).
Se suma a esta amenaza, la presencia de canales clandestinos, de menor envergadura construidos y operados, en forma arbitraria, por los pobladores locales. Esta intervención desregulada genera, en muchos casos, un anegamiento adicional de los campos en el área de influencia del humedal, reorientando y redistribuyendo el escurrimiento superficial.
– La potencial tecnificación de actividades agropecuarias en el área de influencia del humedal.
En Bahía de Samborombón la cría de ganado se da en sistemas extensivos, aunque las tendencias actuales advierten la posibilidad de introducción de «feedlots», sistema de engorde a corral de ganado, en las tierras lindantes a la Ruta Provincial N 11
Dada la escasa incorporación de la dimensión ambiental en la producción ganadera, esta potencial amenaza de tecnificación se relaciona con la posible incorporación de nitratos y microorganismos al agua que atraviesa el cordón de conchillas. Dada la inexistencia de un plan de ordenamiento territorial, esto podría derivar en la contaminación de las fuentes de agua de bebida de las comunidades locales. Por otro lado, en caso de intensificarse los sistemas extensivos actuales, se advierte un posible incremento en el uso de agroquímicos para erradicar malezas tóxicas para el ganado, como son por ejemplo, dos especies autóctonas de gran abundancia: el duraznillo negro (Cestrum parquii) y el duraznillo blanco(Solanum glaucophyllum).
El duraznillo negro, también llamado hedonillo, es una maleza de elevada toxicidad que produce gran mortandad de hacienda bovina. Asimismo, ésta es perenne lo que implica que a través de todo su ciclo de vida genera sustancias tóxicas suficientes como para producir mortandad de los bovinos que la consumen, con el agravante que sus hojas secas y caídas mantienen esta capacidad por varios meses (Garay et al, 2000). El período más crítico de intoxicación es a comienzos del invierno o después de las primeras heladas ya que al helarse las plantas, se secan las hojas, caen sobre el pastizal natural y pierden su fuerte olor; por lo que son consumidas junto con las especies del pastizal. Los animales intoxicados difícilmente muestran síntomas, ya que la muerte es muy rápida (Garay et al.,2001).
El duraznillo blanco resulta ser de considerable menor toxicidad que el duraznillo negro, pero si éste es consumido periódicamente deriva en el mediano plazo en una afección de terminación desfavorable. En general, los animales rehúsan ingerirlo salvo condiciones muy extremas de escasez de pastos por sequías intensas o cualquier otra causa. Las lesiones que se presentan en casos agudos son inflamación gastrointestinal, parenquimatosa o hemorrágica, congestión renal y pulmonar (Ragonese, 1956).
En la actualidad se combaten estas malezas, aunque debido al escaso desarrollo de la actividad ganadera en el área de influencia del humedal, el desmalezado no constituye una amenaza visible. De todas formas, resulta de importancia incluir al posible impacto derivado de estas prácticas en un futuro plan de ordenamiento territorial.
Recomendaciones
En función de los estudios realizados hasta el momento se proponen algunas recomendaciones, como ejes directrices, que permitirán alcanzar un mejor conocimiento de la dinámica del humedal y un uso más eficiente de sus recursos y funciones:
– estudiar y analizar los procesos fundamentales de la dinámica del humedal, lo que permitirá cuantificar los valores de uso indirecto y de no uso, como por ejemplo las funciones que realiza este ambiente.
– regular las actividades extractivas en el humedal y su área de influencia, para favorecer una rápida recuperación de los componentes del mismo. En caso de tratarse de recursos no renovables, como las conchillas, una regulación eficiente permitirá conservar un volumen suficiente de cordón de conchillas que siga ejerciendo su función filtrante en el acuífero lenticular. Dichas regulaciones deberían a su vez establecer usos eficientes para el agua subterránea que garanticen cantidad y calidad para el consumo humano y la biota.
– monitorear la calidad y cantidad de agua del humedal, factor imprescindible para el mantenimiento de los ambientes y la biodiversidad asociada a ellos. 15
– incentivar la participación de la comunidad para que se involucre en las actividades de gestión del humedal: monitoreos en su área de trabajo, alerta ante disturbios existentes o potenciales, actividades de integración y capacitación con otros actores, participación en el proceso de valoración económica de forma de aportar información aplicable a diferentes métodos de valoración, entre otros. Este proceso de participación permitirá en el mediano plazo, establecer una base sólida para reorientar la gestión ambiental actual del humedal hacia una integral y participativa.
– implementar pruebas a microescala que permitan sustituir en el futuro la incorporación de medidas estructurales por medidas agronómicas, causantes de menor impacto en los componentes del humedal, y que resultan más compatibles con este ambiente.
El humedal mixohalino de Bahía Samborombón constituye un ambiente de importancia en la llanura pampeana y genera importantes beneficios económicos asociados con el uso y usufructo de sus componentes. Sin embargo, la explotación no sustentable de alguno de sus componentes puede amenazar los recursos y servicios que este ambiente brinda. Resulta por lo tanto esencial establecer y aplicar normativas referidas al uso y a la protección de los componentes del humedal, de forma de continuar empleándolos en actividades productivas de forma sustentable.
La implementación de programas de desarrollo social, relacionados con la concienciación pública de las comunidades locales, permitirá integrar las actividades de subsistencia, recreación y productivas desarrolladas, sin perjuicio del ambiente. La formulación de estrategias que generen actividades sustentables como el ecoturismo y el desarrollo de microemprendimientos artesanales sustentables por parte de las comunidades locales, permitirá el desarrollo económico de la zona y consolidará vínculos entre los diferentes actores. Las estrategias así planteadas serán compatibles con la implementación de un plan de ordenamiento territorial (el que debe ser formulado y ejecutado a la brevedad por resultar esencial para el desarrollo económico de la zona), y constituirán la base necesaria para reorientar la gestión actual hacia una integral y participativa.
Agradecimientos
A la Universidad de Buenos Aires, al Consejo Nacional de Investigaciones Científicas y Técnicas (CONICET) y a la Convención Ramsar por el apoyo financiero brindado para la realización de este trabajo.
Alejandra V. Volpedo, Tamara Yunes Núñez y Alicia Fernández Cirelli Centro de Estudios Transdisciplinarios del Agua, Facultad de Ciencias Veterinarias Universidad de Buenos Aires, Av. Chorroarín 280, (C1427 CWO), Ciudad de Buenos Aires,
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Fuente: surfriderpartidodelacosta.blogspot.com
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