En los últimos años, Las Grutas -la “perla rionegrina”-, uno de los grandes centros de la región costera entre Viedma y Puerto Madryn, está siendo descubierta por el turismo. Es un destino ideal para la vida de playa, con sus aires mediterráneos, las cuevas excavadas por el mar en los acantilados y los famosos piletones donde se acumula el agua salada durante la bajamar.
Para las aves, en particular los chorlos playeros, estas costas son fundamentales como refugio y descanso en su ruta entre Tierra del Fuego y el Polo Norte: estas especies se alimentan de pequeños moluscos, cangrejos y otras especies en los humedales costeros, ideales entonces para avistar las aves en las etapas de su largo recorrido. Y no hay que olvidar que por las aguas del Golfo San Matías transitan también las ballenas francas australes, que aunque son la gran estrella del turismo un poco más al sur, en torno de Puerto Madryn, también están empezando a ser protagonistas en este tramo de costa, con una renovada oferta de avistajes.
Las Grutas forma parte de la Reserva Natural Bahía de San Antonio, que se extiende desde San Antonio Este hasta El Sótano, protegiendo unos 45 kilómetros de playas paradisíacas, blancas y turquesas por el contraste de las arenas de conchilla y el color del mar.