La empresa dedicada a la fabricación de navajas fue reconocida por la Fundación Suiza de Protección al Medioambiente, gracias a su política verde y a la forma en que incentiva a sus empleados a ser respetuosos con la ecología.
En 2003, Suiza firmó el Protocolo de Kyoto y se comprometió a trabajar en el combate contra el cambio climático. Por eso, por ejemplo, se propuso reducir un 10% su emisión de dióxido de carbono para 2010 (en comparación a los niveles de 1990).
Un objetivo de este calibre requiere del apoyo de las empresas. Y Victorinox, como una de las firmas suizas más reconocidas en todo el mundo, decidió centrar sus esfuerzos en una importante política medioambiental corporativa.
A través de programa Green Shield, el fabricante de navajas incentiva a sus empleados a realizar ahorros energéticos, tal como explica SwissInfo.ch. El director general de la compañía, Karl Elsener Jr., explicó que el programa propone “un calendario a la plantilla laboral en el que se registran sus acciones a favor del medioambiente”.
De esta forma, la empresa compensa a los trabajadores que se trasladan hasta su lugar de trabajo en transporte público, al reembolsarles el dinero que invirtieron en el billete de tren u ómnibus. Por otra parte, Victorinox promueve el uso de bicicletas entre sus empleados y el ahorro de agua y electricidad.
A su vez, la empresa ha instalado circuitos cerrados que facilitan la circulación de agua y que se encargan de la calefacción de todos los edificios. Estos sistemas de calefacción no utilizan ningún derivado del petróleo.
Por otra parte, Victorinox recicla cerca de 600 toneladas de desechos al año y utiliza materiales sostenibles y totalmente reciclables en sus embalajes.
Estas medidas le valieron a la empresa un justo reconocimiento por parte de la Fundación Suiza de Protección al Medioambiente y, sin duda, de la sociedad suiza en general.
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Via: elblogverde.com